Había una vez un rey que quería saber qué es el arte.
El rey, como cualquier otro, anunció por todo su reino que ofrecía una gran recompensa a quien pudiera explicarle qué es el arte.
Muchos intentaron explicarle al rey qué es el arte, pero el rey no quedó satisfecho.
Y cuando el rey casi perdió la esperanza, apareció un extraño y le dijo: Rey, te explicaré qué es el arte.
El rey lo miró con recelo y pensó: ¿Cómo podría este extraño andrajoso explicarme qué es el arte cuando tanta gente no podía explicarlo? Pero así como les di una oportunidad, se la daré...
El extraño le pidió cortésmente al rey un gallo, una lata de pintura roja, una lata de pintura azul y un rollo de papel.
El rey lo miró confundido, pero no dijo nada, sino que ordenó a los sirvientes que lo trajeran.
El extraño tomó un rollo de papel y lo desenrolló por el pasillo con un solo movimiento, luego tomó una lata de pintura azul y la vertió sobre el papel con un movimiento rápido.
Y luego tomó el gallo y mojó sus patas en una lata de pintura roja, luego lo dejó caminar sobre el papel.
Se volvió hacia el rey y le dijo: Rey, esto es arte.
El rey se quedó pensativo un rato y le dio una rica recompensa al extraño.
(Zemir V.)
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